top of page

Las puertas del paraíso

  • Foto del escritor: Gabriela Solis
    Gabriela Solis
  • 16 sept 2021
  • 2 Min. de lectura

Decir que esta es una historia basada en hechos reales es más que una línea trillada de una biopic hollywoodense. A principios del Siglo XIII, miles de niños emprendieron la marcha desde Francia hacia Jerusalén: era la Cruzada de los Inocentes de 1213, donde un grupo de niños y jóvenes pretendía liberar la Tierra Santa.


Se trata de una red de monólogos de cuatro adolescentes que se han embarcado en esta aventura mística y Santiago, el pastor que los inspiró y lidera. Santiago asegura que Dios le habló y le reveló que sólo los niños podrían salvar Jerusalén. Un sacerdote es parte del grupo, y con el pretexto de confesar a los adolescentes conocemos sus historias. Rápidamente nos damos cuenta de que la fe religiosa es la última razón por la que los seguidores están ahí, y que sus motivos tienen mucho más que ver con el amor, el instinto, y el delirante despertar sexual.


La novela se compone de dos frases únicas: la primera consta de 150 páginas, la segunda de sólo 5 palabras. Hoy echar mano de esos recursos estilísticos es moneda común, pero como explica Pitol en el prólogo, en la Polonia de 1957 constituyó una verdadera revolución estética.


El último confesante, Santiago, no puede ser absuelto. Lo que tomó por revelación divina no era más que las palabras de la pasión entre dos hombres. El sacerdote comprende que debe detener esa marcha cuyos motivos no son puros, sino enraizados en la sensualidad y la mentira. Sin embargo, los niños ya son una masa alucinada, movidos por la emoción colectiva a la que poco le importan las razones iniciales, cantando enloquecidamente.


"En esa soledad definitiva, con el cuerpo y el pensamiento aprisionados, el hombre empieza a buscar socorro, pero en vano se prende de la sombra de la salvación, sólo en la violencia logrará olvidarse de sí mismo, en una violencia ya privada de ilusiones, desnuda y negra como el odio…”

Comments


bottom of page